jueves, 23 de septiembre de 2010

Estas flechas no parten el corazón (Claudio Luna)


(Claudio Luna) No son como dardos envenenados, ni como saetas afiladas, al igual que cuchillas de afeitar. Tan solo son signos. Unos signos de pintura amarilla que quieren indicarnos el camino a seguir, el camino correcto para llevarnos a Santiago. Si te las encuentras en cualquier piedra, en lo alto de un poste de la luz, decorando cualquier muro, o en el mismo suelo señalando hacia el nordeste, es que vas en la dirección correcta.
Gente de todos los signos zodiacales, con todas las inquietudes sociales y políticas, se han preocupado por recuperar y volver a marcar un recorrido que se estaba perdiendo con el paso del tiempo. Entre estas personas se encuentran el grupo que ha tenido la iniciativa de proponer hacer algo diferente, algo más espectacular que lo que solemos encontrarnos en la agenda deportiva de cada fin de semana: la primera edición de la Madrid-Segovia por el Camino de Santiago.

Aunque no les guste que les nombremos, bien merece la ocasión este atrevimiento por nuestra parte. Paco Rico y Anna Giustolisi, son dos de las personas que se encuentran al frente de ésta propuesta, mitad aventura, mitad competición. Ideada para que sea posible realizarla tanto por marcadores como para corredores, la Madrid-Segovia unirá estas dos ciudades a través de algo más de 100 kilómetros, y millones, millones de sueños por cumplir del millar de participantes que tomarán la salida el día 2 de octubre, desde Puerta Europa en Madrid.


Paco y Anna también se han dado a conocer a los grupos que se han ido formando los fines de semana. La intención de reconocer el terreno que se va a pisar, era el principal objetivo, y de paso ir dando la bienvenida a todos los participantes que se han ido acercando para compartir esas jornadas de entrenamiento. Todos disfrutamos, y disfrutaremos mucho, de esos sábados donde las diferencias entre corredores y marchadores se olvidan al principio.

No me cabe duda que esta será una durísima prueba para todos, marchadores, corredores, organización y seguidores, entre ellos. Pero tampoco me cabe la más mínima sospecha de que, tanto unos como otros, vamos a recordar este evento y el día en el que se puso en marcha con la mayor de las emociones.

El sábado 2 de octubre muchos de nosotros estaremos en la línea de salida. Un porcentaje muy alto llegará a Segovia con el deber cumplido, y otros pocos se habrán quedado por el camino por unas u otras circunstancias. Espero que todos sepamos que lo que disfrutemos ese día, durante 24 horas, fue gracias a ese grupo de personas que se puso manos a la obra para sacar adelante este proyecto. También espero que lo que suframos ese día, será porque quisimos compartir ese sentimiento con las personas con las que nos rodeamos a diario, con corredores, marchadores, organizadores y amigos.

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